
Odisea diaria en un T13
Cada día, a eso de las seis de la tarde, Solange Barrera se monta en un SITP, para ir a su casa a descansar. Pero, diariamente vive una odisea.

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Un día cualquiera sobre la Carrera. 7 # 124 - 97, Local 5, Bogotá
Foto tomada por: Julián Ardila
¡Súper cool!, exclama Sol Barrera Pico, cuando se le pregunta sobre su experiencia cada jornada al montarse en un bus del Sistema de Transporte Público Integrado (SITP), exactamente el T13.
La transeúnte Sol comenta que este es uno de los mejores buses en el que puede subirse para ir a su casa a descansar después de una jornada laboral extensa y ardua. Ella explica que se sube en la parada de “AK 7 – CALLE 124”. Cuando ingresa, paga su transporte (2.300 pesos colombianos) y se ubica en el lugar más cómodo y conveniente del bus, según su gusto.
También expresa que siempre se va de pie al tomar el vehículo, pero a medida que este avanza los puestos se desocupan y ella logra irse sentada hasta su destino.
LO NEGATIVO DEL VIAJE
Existen dos puntos de quiebre en seguridad y tráfico para los bogotanos que toman este transporte.
1. Sobre la Carrera 10 #24 – 55 hasta el centro comercial “Gran San” ‘’se presentan constantes robos gracias al trancón que se arma en hora pico (seis de la tarde). Los asaltantes se montan al bus, amenazan a las personas con arma blanca y luego de tener todo lo que quieren, se bajan con sus pertenencias”, cuenta en su historia la señora Sol.
2. Exactamente en la Carrera 7 – Calle 116 hasta la Carrera 7 – Calle 94, siempre hay tráfico debido a la gran cantidad de semáforos y la exagerada presencia de vehículos. Esto causa demora y estrés en la población.
La señora Sol asegura que la única conclusión actualmente que halla para su día a día en la capital en cuanto a movilidad es: “El transporte de Bogotá, es un caos”.