“Ella, tan espontánea y buena bailarina como su papá”. Una pasión que nació de ver a su madre bailar torbellinos, bambucos y pasillos. Sonia cultivó un amor que de a poco se convirtió en su vida entera.
El nombre Miguel Rincón puede sonar desconocido para muchos pero muy seguramente habitantes de la capital y de otras ciudades de Colombia han escuchado su voz pasar por sus barrios.