

GASTAR,GASTAR Y GASTAR
La temporada decembrina se reconoce como la época del año donde tienen lugar las festividades más importantes para la cultura occidental (cristiana).Debido a la globalización se han generado prácticas comunes a lo largo del planeta que incluyen entrega de obsequios y cenas especiales los días 24 y 31 de Diciembre, Colombia no es la excepción por lo que para dichas festividades se disparan los gastos de las familias en comida, bebidas, regalos y decoración.
El último trimestre del año se constituye como el de mayor crecimiento en cuanto al gasto y el consumo, pues el comercio en general inicia sus campañas para incentivar las compras desde el mes de Octubre, Black Friday; Cyber Lunes, Black Days, y las (promociones) de los bancos para adquirir tarjetas de crédito “compre ahora pague en Febrero) son solo algunas de las formas que tiene el mercado para promover el consumo.
De acuerdo a una encuesta realizada por la firma Raddar los gastos de los colombianos para el mes de Diciembre se reparten principalmente en regalos 35%, comida 34% y 31% en ropa, de igual manera el estudio revela que solo en Diciembre del 2018 las familias del país elevaron su consumo en 3,74 billones casi el doble de la cifra de hace 10 años. Además FENALCO indica que las ventas de Diciembre representan las de 4 meses es decir entre el 25 y 30% del comercio total.



¿Pero si generalmente se escuchan quejas sobre desempleo, la mala situación económica y el alto costo de la canasta familiar, por qué en diciembre se saca dinero de donde no lo hay para las compras?... Es sencillo, el consumismo acapara la mente de la mayoría generando un impulso muchas veces desbordado por comprar; esta dinámica se hace latente principalmente en la grandes ciudades como Bogotá, donde abundan los centro centros comerciales, las fábricas y donde la oferta demanda son una constante principalmente por la época navideña, por ejemplo; estrenar ropa es casi un mandamiento en Diciembre, salir con los amigos, las novenas navideñas, el recorrido para ver alumbrados y demás, son tradiciones que estimulan la compra de bebidas, comida y gastos que no se tienen el resto del año de forma tan marcada. Sin embargo pese a que este comportamiento consumista se volvió una tradición, es importante recordar que el regocijo y la emoción de estas fechas afecta a la economía familiar, y resulta en el conocido guayabo financiero que no es otra cosa que el arrepentimiento por deudas adquiridas o el gasto de más que se tiene en navidad para ir a la par con las tendencias del momento y con las (tradiciones) de la época.
La invitación es para compra de forma mesurada y consciente, no se endeude para dar regalos busque promociones reales y sobre todo tenga presente que el verdadero sentido de la navidad es compartir con seres queridos y amigos, y no necesariamente gastar hasta lo que no tiene para después llevar dolores de cabeza a su hogar gracias a la fractura económica que genera su impulsividad decembrina.